La Inteligencia Artificial es la rama de la ciencia que intenta dotar a las máquinas de una inteligencia o razonamiento lógico propio, asimilable al humano.

 

La Inteligencia Artifical o IA es muy difícil de clasificar dentro de una única disciplina científica. El intentar dotar a las máquinas de una inteligencia humana es un trabajo multidisciplinar, que engloba conocimientos de robótica, matemáticas, programación, informática, electrónica e incluso psicología y filosofía. El objetivo último es conseguir máquinas que pienses y razonen como seres humanos, si bien esto último parece algo imposible de alcanzar según muchos autores, y no deseable, según otros.

que es la inteligencia artificial

 

 En la actualidad, el campo de la inteligencia artificial trabaja en permitir que las máquinas consigan resolver problemas comunes de manera autónoma sin intervención humana. Para ello se utilizan procesos que imitan nuestro razonamiento lógico.

 

 Un proceso de inteligencia artificial básico consta de varias fases:

 

1)     Primero identificar el problema: para ello la máquina debe poder ser consciente de que existe una dificultad y debe poder identificarla entre otras muchas, esto es, debe ser implementado un sistema de reconocimiento en su código. Por ejemplo, un robot que detecte la presencia de excesivo calor en una habitación debe tener un mecanismo de medición de temperatura o algo similar.

2)     Luego, entraríamos en la fase de búsqueda de soluciones. Tras identificar correctamente el problema, la máquina debería ser capaz de encontrar por si misma una solución adecuada entre las muchas disponibles. Para ello se usan búsquedas heurísticas de gran complejidad que limitan las posibles soluciones y permiten a la Inteligencia Artifical decantarse por una u otra..

3)     Resolución del problema: tras encontrar la solución adecuada, la máquina debe tener los mecanismos adecuados para poder resolverlo de modo autónomo, sin intervención humana.

 

 Aunque en sí parezca un proceso muy sencillo, cualquier fallo, por pequeño que sea, tanto en la identificación del problema como en su resolución, originaría un malfuncionamiento. La IA moderna tiene como desafío el que los procesos lógicos de una máquina le permitan identificar problemas no evidentes, prever problemas futuros, adelantarse a la aparición de estos y aplicar las medidas más adecuadas y eficaces en cada momento. Estamos delante de un campo enorme y cuyos límites son tan difusos como el conocimiento humano. Es por ello que se han originado una multitud de corrientes de pensamiento, escuelas y ramas dentro de él que se entremezclan, confluyen y a veces se confunden.

 

 Aún queda un largo recorrido antes de que la IA de un dispositivo sea capaz de emular al pensamiento humano. Nuestro pensamiento es muy complejo, no tanto por su lógica, sino porque es un pensamiento multilateral y basado muchas veces en instintos y sentido común. Dos seres humanos pueden llegar a dos soluciones distintas y totalmente válidas a un mismo problema, e incluso una misma persona puede resolver el mismo problema de manera distinta según la ocasión. Somos capaces de inventar soluciones, de crearlas y de responder a problemas desconocidos. Y ese es todo un desafío para los dispositivos de IA.

 

 A pesar de todo lo dicho, es innegable que los avances de la IA se están haciendo notar en las últimas décadas. Las máquinas ya no son sólo capaces de resolver problemas de si o no: son capaces de emular pensamientos complejos y aplicar las conclusiones a problemas reales. Incluso existen máquinas capaces de aprender de sus errores y evitarlos en el futuro, algo de lo que no muchos seres humanos son capaces de presumir. La IA es el futuro, si, pero ya es también el presente, como podemos ver en cada vez más ejemplos de nuestra vida cotidiana.

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