Las bases de datos, como los propios datos en sí, pueden ser muy difíciles de catalogar debido a su diversidad. En el siguiente artículo vamos a ver cuales son los principales tipos de bases de datos.
Como todos sabemos, las bases de datos no son más que conjuntos organizados de datos que tienen como principal propósito ayudar a clasificar y archivar de manera eficiente grandes cantidades de datos, del mismo modo que un archivador contiene documentos separados por secciones. De hecho, ese archivador sería en si mismo una base de datos, si bien en la actualidad el soporte más común para una base de datos es el digital.
El problema es que esos datos que la forman pueden ser de muy diverso tipo. Hay datos numéricos, datos binarios, caracteres, datos personales, libros, archivos, e incluso música o videos. Además, también puede variar la utilidad de esa base de datos, o su estructura, o simplemente su tamaño. Es por ello que no hay un único sistema para catalogarlas, sino que podemos encontrar muchos tipos de bases de datos según atendamos a uno u otro criterio.
Asi, en general podemos hablar de dos tipos principales de bases de datos:
- Estáticas: cuando los datos no se pueden modificar. Son bases de consulta, generalmente con información sobre acontecimientos ya acaecidos. También se conocen por sus siglas en inglés OLAP (On Line Analytical Processing).
- Dinámicas: los datos pueden modificarse o actualizarse. En la actualidad son las más usadas, y la mayor parte pueden ser actualizadas en tiempo real. También son llamadas OLTP (On Line Transaction Process).
Luego, según su forma de organización, se pueden dividir en:
- Jerárquicas: se organizan en niveles. El nivel principal puede tener varios niveles dependientes y estos a su vez varios subniveles más, al estilo de un árbol invertido. Son las bases de datos más clásicas, aunque en la actualidad ya casi no se emplean. Eran bastante rígidas, se necesitaba un buen conocimiento de ellas para consultarlas y además tenían problemas de repetición de datos.
- En red: es similar a la anterior, pero su estructura establece además relaciones adicionales entre elementos. Tampoco es muy usada actualmente, porque cada relación debe ser codificada adicionalmente y son muy complejas, aunque más potentes que las jerárquicas.
- Relacionales: es la más empleada actualmente, porque permite crear cualquier tipo de datos y asociarlos entre si sin las restricciones antiguas. Se basa en introducir los datos en registros, que se organizan a su vez en tablas. Estas bases de datos permiten relacionar los elementos entre si de manera muy sencilla y cruzarlos rápidamente, estableciendo relaciones entre registros de modo intuitivo.
- Orientadas a objetos: son las más modernas, y a la vez las más potentes. En ellas, no se almacena información sobre un objeto, sino el objeto entero, dotando a ese objeto de ciertas características que lo definen y diferencian sobre otros similares. Estas bases de datos tienen ventajas evidentes sobre las anteriores, al ser mucho más flexibles, admitir mayor contenido y transmitir una información al usuario mucho más completa. Son muy usadas para música, videos…
- Deductivas: las bases de datos deductivas permiten hacer búsquedas usando reglas y normas almacenadas previamente que permitan inferir datos similares o relacionados. Son muy usadas por ejemplo, en buscadores, pero también en otros ámbitos. También se llaman lógicas porque usan fórmulas matemáticas en forma de algoritmos para realizar las consultas y almacenar los datos.
- Multidimensionales: son bastante complejas en su concepción, pero sencillas de usar. Cuando introducimos un dato, este recibe dos atributos: una dimensión y otro del dato en si mismo. Estos atributos luego se pueden relacionar entre si tanto mediante la dimensión como por el dato. Como vemos, no emplean ninguna jerarquía, lo que facilita a los usuarios tanto la búsqueda como la modificación posterior.
- Distribuidas: se caracterizan por ser bases de datos divididas, cada una de ellas almacenada y gestionada de forma independiente, pero que están conectadas entre si. Un ejemplo típico son las bases de datos públicas, pero también existen en empresas con varios departamentos, que comparten información, pero se gestionan de modo autónomo.
Según el contenido que almacenen, pueden clasificarse en:
- Documentales: permiten almacenar textos o documentos para su consulta, como su nombre indica
- Bibliográficas: incluyen información sobre documentos, pero no el documento en sí.
- Transaccionales: se emplean para almacenar transacciones, generalmente comerciales. Son muy usadas actualmente debido al auge de las tiendas y bancos online. Deben ser seguras y fiables.
- Directorios: son grandes listados con información generalmente escueta. Un ejemplo clásico sería el listín telefónico, o los datos de usuarios de una web.
- Otras: además de estas clasificaciones generales, lo cierto es que existen muchos otros tipos. Así, según la disciplina en la que se encuadren, podemos hablar de bases de datos clínicas, de datos personales, biológicas, médicas, de ventas, clientes…, etcétera.