Inteligencia Artificial

 Podemos definir la Inteligencia Artificial en el diseño de un conjunto de procesos que, una vez son ejecutados sobre una arquitectura física, dan lugar a resultados que maximizan el rendimiento de la misma. Este conjunto de procesos consisten en entradas, las cuales son en primer lugar percibidas, y posteriormente almacenadas por dicha arquitectura.

En el ámbito de la informática, se conoce como IA a la capacidad de razonamiento por parte de un agente que no está vivo, como por ejemplo un robot. Así, gracias al diseño y desarrollo de distintos procesos realizados por los seres humanos, los dispositivos que cuentan con Artificial Intelligence pueden llevar a cabo diferentes habilidades similares a las del comportamiento humano tales como la devolución de una determinada respuesta por cada entrada o la resolución de un problema a través de la lógica.

Inicios de la Artificial Intelligence

La historia de la IA se remonta a principios de los años 40. Fue en aquel entonces cuando los matemáticos Warren McCullock y Walter Pitts desarrollaron una serie de algoritmos matemáticos necesarios para generar una red neuronal. Pocos años más tarde, concretamente en 1949, Donald Hebb desarrolló un algoritmo de aprendizaje para dichas redes neuronales.

No obstante, no fue hasta el año 1950 cuando el concepto de inteligencia artificial fue introducido en la comunidad científica. Alan Turing desarrolló un artículo titulado  «Maquinaria Computacional e Inteligencia«, el cual tenía como principal objetivo responder a la pregunta, “¿Pueden las máquinas pensar?”. Fue precisamente a partir de esta idea de máquina inteligente cuando el concepto logró cautivar la atención de los científicos.

A partir de aquel momento, el concepto se extendió de una manera progresiva por todo el mundo, perfeccionándose cada vez más hasta llegar a lo que entendemos hoy en día por artificial intelligence: Aparatos dotados de una inteligencia similar a la de los seres humanos.

¿Qué tipos de Inteligencia Artificial existen?

Actualmente podemos diferenciar varios tipos en función de sus habilidades y/o capacidades:

• Sistemas que piensan como los seres humanos. Son aquellos que imitan el pensamiento humano. Uno de los mejores ejemplos son las redes neuronales artificiales, las cuales son capaces de imitar el funcionamiento del sistema nervioso.

• Aparatos que actúan como los humanos. Son aquellos con un comportamiento similar al de los seres humanos, siendo el robot uno de los ejemplos más claros.

• Máquinas que se comportan de manera racional. El comportamiento racional es una de las características más destacadas de los seres humanos; pues bien, la inteligencia artificial ha permitido crear máquinas capaces de imitar el comportamiento de los humanos, pudiendo así percibir el entorno y actuar en función de ello.

Actualmente hay un amplio abanico de preguntas en el aire acerca del futuro de la IA. ¿Hacia dónde nos lleva?, ¿Qué nos depara el futuro?, ¿Llegará el día en el que los robots tengan un comportamiento no similar, sino igual al de los seres humanos?…